Del 5 al 14 de abril de 2011
El pasado martes 5 de abril, volamos desde el aeropuerto del Prat de Llobregat (Barcelona) hasta el aeropuerto de Sevilla y desde allí, nos desplazamos a nuestro destino, Mazagón (Huelva) dedicando el resto del día al reconocimiento de nuestro entorno.
En Huelva, visitamos el Santuario de Ntra. Sra. de la Cinta, de estilo Gótico-Mudéjar del siglo XV; la Iglesia de la Concepción, Mudéjar-Bárroco del siglo XVI; y la Catedral de la Merced, de estilo Colonial del siglo XVII, entre otras. Continuamos nuestro paseo por su zona peatonal, calle Concepción, Berdigón, plaza del Punto, (con el monumento a la Virgen del Rocío), Jesús Nazareno y Marina, donde degustamos las famosas gambas blancas, acompañadas de un buen vino.
En Jerez de la Frontera, visitamos la Escuela Andaluza del Arte Ecuestre, donde presenciamos el espectáculo “Como bailan los caballos Andaluces” y seguidamente nos desplazamos a un restaurante para reponer fuerzas con un almuerzo típico de la zona y a continuación la visita a una famosa Bodega, donde degustamos algunos de sus vinos. (Nos comentan que las empresas de trabajo temporal, en Jerez, no tienen mucho futuro, ya que todos los que entran a las bodegas, salen “colocaos”. No sabemos si es porque lo emplean o bien es por el efecto del “vinillo”).
El día siguiente, partimos en dirección a la Sierra de Huelva, haciendo una pequeña parada para desayunar en Minas de Riotinto, continuamos nuestra ruta deleitándonos con el paisaje que nos ofrece las ya abandonadas Minas de Riotinto, y finalmente, después de unos kilómetros, llegamos a la población de Aracena. Situada en pleno casco urbano, nos encontramos con La gruta de las Maravillas, cuyo interior nos sorprende con un lago de cristalinas aguas, así como formaciones cársticas, estalactitas y estalagmitas, que crean un mundo de formas imaginarias. Una vez almorzados, nos dirigimos a la Peña de Alájar, donde disfrutamos del contenido de una preciosa capilla, así como también de una fantástica vista panorámica y finalmente, camino de nuestro hotel.
No podía faltar una visita a Córdoba, por lo cual, decidimos desplazarnos hasta allí. Acompañados de una guía local, accedemos a la Mezquita-Catedral, en la cual visitamos el esplendor y belleza de sus naves y columnas, entre las cuales vemos la Capilla Mayor, Crucero y Coro, El Tesoro Catedralicio, el Patio de los Naranjos y la Torre. A la hora convenida, salimos dirección a nuestro hotel.
El domingo, lo dedicamos al descanso, que buena falta nos hacía.
El lunes día 11, nuestro destino era Sevilla, visitando la Maestranza, el Barrio de Santa Cruz, y la Catedral, y dando un pequeño paseo en barco por el rio Guadalquivir, llegó la hora del almuerzo. Una vez saciado nuestro apetito, nos dirigimos al Parque de María Luisa, que bajo un abrasante sol de unos 30º nos dedicamos a visitar y disfrutar de esa maravillosa plaza.
Llegamos al ocaso de nuestra estancia en Andalucía, tan solo nos quedan dos días, de los cuales, el primero visitamos Punta Umbría (Ruta del Pescaito) para mí, mal llamada, ya que cuando dices pescaito, se entiende que es pequeño, pero no, es “pescao” grande hecho rodajas y frito.
Y la última salida prevista es la Ruta de Colon, visitando el Monasterio de la Rábida, siglo XV, donde se gestó la aventura del Descubrimiento de América. Seguidamente, nos desplazamos al Muelle de las Carabelas, donde se exponen las replicas de las tres Carabelas, o mejor dicho, dos Carabela y una Nao.
Desde aquí, quiero dar las gracias a dos guías profesionales del turismo, con las cuales hemos compartido varias salidas. Gracias por hacer que las visitas en vuestra compañía, sean más amenas y agradables. Gracias Ma. Carmen. Gracias Aida.
En Huelva, visitamos el Santuario de Ntra. Sra. de la Cinta, de estilo Gótico-Mudéjar del siglo XV; la Iglesia de la Concepción, Mudéjar-Bárroco del siglo XVI; y la Catedral de la Merced, de estilo Colonial del siglo XVII, entre otras. Continuamos nuestro paseo por su zona peatonal, calle Concepción, Berdigón, plaza del Punto, (con el monumento a la Virgen del Rocío), Jesús Nazareno y Marina, donde degustamos las famosas gambas blancas, acompañadas de un buen vino.
En Jerez de la Frontera, visitamos la Escuela Andaluza del Arte Ecuestre, donde presenciamos el espectáculo “Como bailan los caballos Andaluces” y seguidamente nos desplazamos a un restaurante para reponer fuerzas con un almuerzo típico de la zona y a continuación la visita a una famosa Bodega, donde degustamos algunos de sus vinos. (Nos comentan que las empresas de trabajo temporal, en Jerez, no tienen mucho futuro, ya que todos los que entran a las bodegas, salen “colocaos”. No sabemos si es porque lo emplean o bien es por el efecto del “vinillo”).El día siguiente, partimos en dirección a la Sierra de Huelva, haciendo una pequeña parada para desayunar en Minas de Riotinto, continuamos nuestra ruta deleitándonos con el paisaje que nos ofrece las ya abandonadas Minas de Riotinto, y finalmente, después de unos kilómetros, llegamos a la población de Aracena. Situada en pleno casco urbano, nos encontramos con La gruta de las Maravillas, cuyo interior nos sorprende con un lago de cristalinas aguas, así como formaciones cársticas, estalactitas y estalagmitas, que crean un mundo de formas imaginarias. Una vez almorzados, nos dirigimos a la Peña de Alájar, donde disfrutamos del contenido de una preciosa capilla, así como también de una fantástica vista panorámica y finalmente, camino de nuestro hotel.
No podía faltar una visita a Córdoba, por lo cual, decidimos desplazarnos hasta allí. Acompañados de una guía local, accedemos a la Mezquita-Catedral, en la cual visitamos el esplendor y belleza de sus naves y columnas, entre las cuales vemos la Capilla Mayor, Crucero y Coro, El Tesoro Catedralicio, el Patio de los Naranjos y la Torre. A la hora convenida, salimos dirección a nuestro hotel.El domingo, lo dedicamos al descanso, que buena falta nos hacía.
El lunes día 11, nuestro destino era Sevilla, visitando la Maestranza, el Barrio de Santa Cruz, y la Catedral, y dando un pequeño paseo en barco por el rio Guadalquivir, llegó la hora del almuerzo. Una vez saciado nuestro apetito, nos dirigimos al Parque de María Luisa, que bajo un abrasante sol de unos 30º nos dedicamos a visitar y disfrutar de esa maravillosa plaza.
Llegamos al ocaso de nuestra estancia en Andalucía, tan solo nos quedan dos días, de los cuales, el primero visitamos Punta Umbría (Ruta del Pescaito) para mí, mal llamada, ya que cuando dices pescaito, se entiende que es pequeño, pero no, es “pescao” grande hecho rodajas y frito.
Y la última salida prevista es la Ruta de Colon, visitando el Monasterio de la Rábida, siglo XV, donde se gestó la aventura del Descubrimiento de América. Seguidamente, nos desplazamos al Muelle de las Carabelas, donde se exponen las replicas de las tres Carabelas, o mejor dicho, dos Carabela y una Nao.
Desde aquí, quiero dar las gracias a dos guías profesionales del turismo, con las cuales hemos compartido varias salidas. Gracias por hacer que las visitas en vuestra compañía, sean más amenas y agradables. Gracias Ma. Carmen. Gracias Aida.
